Silvia Carolina Figueroa tenía 36 años y atendía en la línea 101 de Córdoba. Después de cometer el crimen, el femicida se suicidó delante de la tumba de su padre.
Carolina tenía cuatro heridas de bala, una de ellas en la mano por lo que se cree que intentó defenderse.
Tras una discusión de pareja entre dos policías se desencadenó una tragedia familiar el sábado a la noche en una casa de la localidad cordobesa de Alta Gracia. En medio de la pelea Carlos Suárez tomó su arma reglamentaria, acribilló de cuatro disparos a su esposa delante de su hija adolescente que intentaba separarlos y después fue hasta el cementerio Parque La Paloma y se quitó la vida frente a la tumba de su padre.
Silvia Carolina Figueroa, la víctima, tenía cuatro heridas de bala en el cuerpo, una de ellas en la mano, por lo que los investigadores creen que intentó defenderse del ataque, pero murió en el acto. Los gritos y las detonaciones que provenían del domicilio del barrio San Martín pusieron en alerta a los vecinos. Ellos fueron los que dieron aviso al 911 y también después, cuando llegaron los efectivos y se descubrió la escena del crimen, quienes se ocuparon de sacar de la vivienda a la hija de la mujer asesinada en plena crisis de nervios.
Unas horas más tarde, el Jefe a cargo de la Departamental, Diego Cambronero, lamentó lo ocurrido y contó cómo era la mujer. “Una persona muy alegre y muy trabajadora”, sostuvo según publicó Resumen de la Región. “La chica era excelente, yo a él no lo conocía porque trabajaba en Córdoba. Ella nunca planteó un problema de nada y creo que era la mejor operadora que tenía el 101. Una señora con mayúscula”, destacó.
La víctima había ayudado a salvar a un bebé con ahogamiento en el mes de mayo.
La mujer policía que le salvó la vida a un bebé que se había ahogado
Pero además, Carolina ya había sido noticia en mayo pasado, cuando por su trabajo en la línea de emergencias de la Policía fue pieza fundamental para salvar la vida de un bebé que había sufrido un ahogamiento. En ese caso, junto con su compañera Lorena Soledad González, la sargento fue instruyendo a la mamá para realizar las maniobras conocidas como Heimlich (de compresión abdominal).
“Luego de unos minutos la mamá se calma cuando el bebé logra vomitar y puede respirar”, explicó en ese momento Carolina en una entrevista con el sitio local Alta Gracia Noticias. Gracias a su intervención, el bebé terminó recuperándose satisfactoriamente en el Hospital Regional Arturo Illia.
En tanto, el cuerpo de Suárez, de 40 años, fue encontrado más tarde en el cementerio Parque La Paloma, ubicado a pocas cuadras de la casa donde vivía el matrimonio. Según las primeras informaciones, no existían antecedentes de hechos de violencia previa entre ellos. Alejandro Peralta Ottonello, el fiscal de Instrucción de esa ciudad del departamento Santa María, aclaró que en principio la causa fue caratulada como “muertes de etiología dudosa”, indicó Télam.