«Ellos dejaron claro que venían a quedarse y que iban a venir más», expresó al declarar como testigo la jefa de la seccional Mascardi hablando del día en que constató la presencia de la comunidad Lafken Winkul Mapu ocupando el predio de parques.
Marcia Urbinati había comenzado a desempeñarse como Jefa de la zona Sur del parque Nahuel Huapi en noviembre de 2017. Finalmente renunció a la seccional porque era muy difícil trabajar en esas condiciones.
Contó que cuando comenzó la ocupación recibió la llamada del jefe de Guardaparques para pedirle que fuera a constatar la situación en la ruta 40 porque habían recibido una llamada del cuidador del hotel Ios que había visto muchas personas armando carpas.
«Como estaba sola le pedía a la policía que se presentara en el lugar pero que no se hiciera visible, por un cuestión de seguridad, después me entero que me iba a acompañar un compañero de trabajo», contó y comentó que se bajaron con Oscar Montenegro a inspeccionar el lugar. Se encontró con una barricada que bloqueaba el paso.
Escuchó voces y finalmente bajaron unas 14 personas, hombres encapuchados y con las manos en los bolsillos, muy abultados. «Se alinean todos enfrente mío, mandan a los niños adelante, entre ellos y Oscar y yo, esa situación me pareció violenta», comentó y explicó que se presentó con nombre y apellido. Le dijeron que estaban recuperando una tierra y les explicó que no se podían quedar porque era tierra de Parques.
«Me insultaron bastante, mi intención era escuchar lo que pretendían para ver cómo actuar», contó y explicó que «en ese momento se empezaron a poner violentos, no entendía por qué las criaturas estaban en el medio, fue lo primero que me impactó, cómo lanzaron a los niños adelante».
«Llamó al intendente para contarle lo que estaba pasando, ninguno se identificó y dijeron que iban a acercarse más», afirmó. Ante la consulta afirmó que «la diaria del lugar cambió rotundamente, no sólo para guardaparques sino para la sociedad en sí, estos señores cortaban la ruta cuando les parecía oportuno, muchas veces sin ningún motivo, no podíamos ir a cargar combustible».
Recordó dos casos puntuales, un un accidente vehicular frente al ACA, cuando «tras hacerse presente empezaron a acercarse vociferando, siempre con esta postura de la mano en los bolsillos, cargados de algo, uno no sabía qué era… piedras, armas, bon o bon, caramelos, siempre encapuchados, intimidando e insultando».
Otro caso que recordó fue en el muelle cuando se descompensó un persona y «fuimos con el vehículo oficial y cuando estábamos asistiendo a la persona empezaron a volar piedras y nos tuvimos que retirar, estaba yendo la ambulancia en camino, avisamos a la policía».
Otro episodio que recordó fue cuando estaba en Mascardi instalando fogones en Los Rápidos y cuando termina se dirige a Bariloche con vehículo oficial. «Al acercarse a la zona siempre era tenso el cruce porque volaban piedras permanentemente, es un lugar que es curva y contracuva, no hay visión muy anticipada, veo que estaban cortando la ruta con palos prendidos fuego, clavo los frenos, hago marcha atrás y bajan para atrás otros sujetos cortándome atrás, también con fuego y troncos». Cuenta que estaba sola y su vehículo quedó en el medio, por lo que giró para volver hacia Mascrdi «porque el fuego de atrás recién lo estaban iniciando, pasé por donde pude, por arriba de donde era más bajo el fuego».
«Una persona sola arriba de un vehículo, no sé si decir mujer, un funcionario, demoré en pegar la vuelta, me volaban palos prendidos fuego al vehículo. La camioneta está fotografiada y está todo documentado», dijo y agregó que a partir de ese episodio tuvo que sacar los vehículos ploteados de la zona y cambiarlos, «me sacaba mi campera y me ponía una campera urbana para que no me identificaran, todo el trabajo cambió».
Remarcó que en época de verano, emergencia por riesgo de incendio, veda de fuego, cuando hay mcuha sequía, se prohibe el fuego en el parque, «ellos todo el verano, la columna de humo saliendo en el bosque»
Insistió en que cambió toda la realidad del lugar, «la manera en la que nos teníamos que manejar, era evitar pasar si no era necesario, pero era necesario, porque tenemos el Aca al lado, una zona de uso público en frente, vecinos linderos, campamentos educativos al lado, sí o sí había que ir y recibimos agresiones de todo tipo».
Expresó que cortaban la ruta, «me parecía terrible, mandaban a las critauras que circulaban en el medio de los colectivos con planfletitos.. las criaturas iban al frente, mandaban las critauras adelante, eran como escudos, me parecia extremadamente violento, como funcionaria, como mamá, como ser humano»,
Agregó que había un miedo permanente, «empezaron a arder campamentos educativos, propiedades, no sabíamos en qué momento iban a caer, andaban deambulando por la banquina, encapuchados, con boleadoras, mi impresión era que estaba el lugar tomado, a merced de un grupo, en un momento eran 7 personas que cortaban la ruta cuando querían, manejaban la ruta cuarenta».
Insistió en que «ellos no querían dialogar, no estaban abiertos al diálogo, mantenían distancia, siempre encapuchados, el mayor diálogo lo tuve el día que constaté la presencia de ellos ahí»: Ante la consulta expresó que tenía miedo, «permanentemente todos los agentes de la zona sur trabajábamos con miedo».
Fuente: Bariloche2000